Hola niños leer con mucha atención el siguiente texto y plantear dos preguntas con respecto a la lectura, copiarlas en el cuaderno de español con sus respectiva respuesta. (Hacer el dibujo)
EL DRAGON DE MILAN
Se dice que hace mucho tiempo la ciudad de
Milán vivía angustiada por la presencia de un feroz dragón. Un dragón que
volaba, escupía fuego y de tan terrible aliento que algunos morían al olerlo.
Ese
dragón era la pesadilla de los ganaderos, pues se comía todo el ganado que
encontraba. Se comió todos los conejos de desayuno. Al mediodía acabó con todos
los cerdos. De merienda le vino bien comerse a todas las ovejas. Y la cena
fueron todas las vacas.
Cuando
ya no quedaba nada que darle de comer al dragón, este les exigió que cada
semana se le entregase un chico o una chica de la ciudad para comer, de lo
contrario, acabaría con la ciudad.
Los
habitantes de la ciudad estaban aterrados. Decidieron que se elegiría por
sorteo entre todos jóvenes de la ciudad quién sería el desafortunado que debía
servir de alimento a tan despiadado dragón.
La
primera afortunada fue, ni más ni menos, que la hija del Rey. La joven princesa
se puso a llorar desconsolada. También su padre lo hizo, que aún siendo el Rey
y poder cambiar las leyes a su antojo, pensó ... ¿quién iba a ofrecer a sus
hijos para calmar el dragón si el propio Rey rehuía de ello?
Así que
cuando la princesa salió al encuentro del dragón, el Rey y todos los ciudadanos
rezaron para que ocurriera un milagro, que el dragón desapareciese, la joven
princesa pudiera volver a casa y todo hubiese sido una horrible pesadilla. La princesa caminó hasta la cueva del dragón.
No tenía pérdida, sólo tenía que seguir el hedor que dejaba el dragón tras de
si. Oyó que el dragón salía de la cueva. Feroz la enseñó los dientes mientras
se reía "¡Que gran festín!" dijo.
Pero de repente se oyó un caballo que iba al galope. Y un grito de guerrero
"¡Enfréntate antes a mí, dragón!". Y valiente apareció un caballero
montado sobre un blanco corcel. El dragón se abalanzó sobre él y empezó una
lucha terrible hasta que finalmente el caballero consiguió con su lanza
travesar el corazón del dragón, que cayó fulminado al suelo.
De la
sangre que salía de la herida del dragón, nació un rosal, con rosas rojas. El
caballero cortó una y se la regaló a la princesa, para presentarse y llevarla
de vuelta al castillo. Una vez allí el
caballero se despidió de ella y siguió su camino.