sábado, 25 de octubre de 2014

SALUDO

COMPRENSION DE LECTURA

Hola niños  copiar en el cuaderno de español, responder las preguntas, hacer el dibujo, buscar en el diccionario las palabras subrayadas.
                                  DOS GORRIONES
Una vez dos gorriones se pararon en las ramas de una zarza que crecía al lado de un campo de trigo maduro. El gorrión mayor era el padre y enseñaba a volar al gorrioncito más chico, que era su hijo. De paso, le mostraba los lugares donde hallaría mejores granos y semillas para comer. -¿Ves? -le decía-. Eso son espigas. Cada una tiene un montón de granos de trigo y, cuando son maduros, como ahora, espigamos alguno al vuelo. -¡Ay, ay, ay, padre! Mira aquel hombre en medio del campo, con los brazos extendidos... Nos habrá visto... Querrá matarnos... -¿Qué? ¿Aquello tan desharrapado? Es un monigote para asustarnos. Lo llaman un espantapájaros. Pero a mí no me espanta. Vas a ver. Sígueme. Y de un vuelo se plantó, decidido, sobre el sombrero del espantapájaros.
                                                                                                 A. Garriga
Responder las preguntas
1. - ¿Qué le enseña el padre al hijo?
a) A cantar.
b) A volar.
c) Un espantapájaros.
2. - ¿De qué están formadas las espigas?
a) De un montón de granos de cebada.
b) De un montón de granos de maíz.
c) De un montón de granos de trigo.
3. - ¿Qué es lo que piensa el hijo sobre aquel hombre?
a) Que los matará.
b) Que se los comerá.
c) Que los atrapará.
4. - Al final, ¿qué es ese hombre?
a) Una momia.
b) Un espantapájaros.
c) No hay nadie.
5. - ¿Hacia dónde vuela el padre?
a) Hacia el nido.
b) Hacia su hijo.
c) Hacia el sombrero del espantapájaros.

viernes, 17 de octubre de 2014

COMPRENSION LECTORA

Hola niños copiar en el cuaderno de Español, hacer el dibujo y dar un sinónimo a las palabras subrayadas.
                                       LA ESTACIÓN DEL TREN
Ana vivía muy cerca de la estación del tren. Por eso iba todos los domingos a ver pasar los trenes. Ana iba con su abuelo, ya que a los dos les gustaban mucho los trenes. Ana y su abuelo llegaban sobre las once de la mañana y se sentaban en un banco de la estación. A los pocos minutos aparecía el tren expreso, que tenía
vagones de coches-cama y literas y también un vagón con cafetería y restaurante.
Allí se bajaban los viajeros y otros continuaban el viaje. Al cabo de un rato se oía pitar un tren a lo lejos. Ana y su abuelo ya sabían que era el talgo, que paraba un momento y luego seguía su viaje. El talgo parecía un gusano, ¡un gusano muy corredor!
A las doce pasaba el intercity. Era el tren que más le gustaba a Ana. Corría por las vías a mucha velocidad sin hacer casi ninguna parada. Cada media hora pasaban los trenes de cercanías, que llevaban a los viajeros de unos pueblos a otros. Estos trenes llevaban pocos vagones y eran los que más le gustaban al abuelo de Ana. Cuando ya se acercaba la hora de comer, la niña y su abuelo volvían a casa, felices por haber visto tantos trenes.
Responder las siguientes preguntas
1. - ¿Cuándo iba Ana a ver los trenes?
a) Los viernes
b) Los lunes
c) Los domingos
2. - ¿Qué tren pasaba a las doce?
a) El intercity
b) El talgo
c) El expreso
3. - ¿Qué dos cosas tenía el tren expreso?
a) Literas y cocinillas
b) Coches-cama y literas
c) Televisión y radio
4. - ¿Cada cuánto pasaban los trenes de cercanías?
a) Cada hora
b) Cada media hora
c) Cada dos horas
5. - ¿Qué parecía el talgo?
a) Una lombriz
b) Un gusano lento
c) Un gusano muy corredor




viernes, 10 de octubre de 2014

CROMPRENSION DE LECTURA

Hola niños copiar en  el cuaderno de Español, hacer el dibujo y responder las preguntas.


                                             RABITO BLANCO
Rabito Blanco era un conejito que movía sin cesar su rabito y hacía un ruido así: ¡Sess-sess, sess-sess!  Cuando sus padres oían el ruido de Rabito Blanco, se ponían muy contentos. Su hijito andaba por allí. Pero un día sus papás no oyeron el ruido de Rabito Blanco. El conejito se había escapado de casa. Le gustaba mucho corretear por el bosque.
-No vayas solo al bosque -le decían todos los días-, porque si viene el Hombre malo con su escopeta te puede matar. Le gusta mucho la carne.   Rabito Blanco llegó al bosque. Aprovechó unas carrascas y empezó a hacer una cueva. Al poco tiempo oyó un ruido extraño. Dejó de escarbar. Estiró las orejas. Escuchó con atención y le pareció oír estas palabras:
-¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!
Muerto de miedo dio un salto y corrió a su casa. Sus padres le esperaban llorando.
Rabito Blanco les contó su aventura. Ellos escucharon con atención y al final rieron a carcajadas.
-Hijo mío -le dijo su padre-, lo que oíste no decía: "¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!", sino
"¡Sess-sess, sess-sess!"
Rabito Blanco se había asustado de su propio rabito que no se estaba quieto nunca.
Responde las siguientes preguntas
1. - ¿Qué movía sin cesar el conejito?
a) Su patita.
b) Su rabito.
c) Sus orejitas.
2. - ¿Por dónde le gustaba corretear al conejito?
a) Por el bosque.
b) Por el río.
c) Por el prado.
3. - ¿Quién podría venir con la escopeta?
a) El lobo feroz.
b) El hombre malvado.
c) El hombre Malo.
4. - ¿Qué escuchó en realidad el conejito?
a) ¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!.
b) ¡Sess-sess, sess-sess!
c) ¡Buss-buss, buss-buss!