RABITO BLANCO
Rabito Blanco era un conejito que movía sin cesar su rabito
y hacía un ruido así: ¡Sess-sess, sess-sess! Cuando sus padres oían el ruido de Rabito Blanco,
se ponían muy contentos. Su hijito andaba por allí. Pero un día sus papás no
oyeron el ruido de Rabito Blanco. El conejito se había escapado de casa. Le
gustaba mucho corretear por el bosque.
-No vayas solo al bosque -le decían todos los días-, porque
si viene el Hombre malo con su escopeta te puede matar. Le gusta mucho la carne. Rabito
Blanco llegó al bosque. Aprovechó unas carrascas y empezó a hacer una cueva. Al
poco tiempo oyó un ruido extraño. Dejó de escarbar. Estiró las orejas. Escuchó
con atención y le pareció oír estas palabras:
-¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!
Muerto de miedo dio un salto y corrió a su casa. Sus padres
le esperaban llorando.
Rabito Blanco les contó su aventura. Ellos escucharon con
atención y al final rieron a carcajadas.
-Hijo mío -le dijo su padre-, lo que oíste no decía:
"¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!", sino
"¡Sess-sess, sess-sess!"
Rabito Blanco se había asustado de su propio rabito que no
se estaba quieto nunca.
Responde las siguientes preguntas
1. - ¿Qué movía sin cesar el
conejito?
a) Su patita.
b) Su rabito.
c) Sus orejitas.
2. - ¿Por dónde le gustaba corretear
al conejito?
a) Por el bosque.
b) Por el río.
c) Por el prado.
3. - ¿Quién podría venir con la
escopeta?
a) El lobo feroz.
b) El hombre malvado.
c) El hombre Malo.
4. - ¿Qué escuchó en realidad el
conejito?
a) ¡Te ca-za-ré, te co-me-ré!.
b)
¡Sess-sess, sess-sess!
c)
¡Buss-buss, buss-buss!
